El plan de los deberes y de la recordación
Mis queridos hermanos con el más fraternal de los saludos me permito presentar a vuestra consideración la plancha que he titulado, “El testamento masónico”. Al respecto el “Diccionario Akal de la Francmasonería” del autor “Juan Carlos Daza”, nos dice que “En masonería el termino testamento es un formula usada en las iniciaciones, con el objetivo de que el profano que muere simbólicamente en su ceremonia de iniciación exprese sus más íntimos sentimientos”.
El autor continua su explicación diciendo que “Para tal efecto al profano en el cuarto de reflexiones se le entrega un documento, el cual las antiguas logias acostumbraban que fuera en forma de triángulo, en el cual estaban escritas las preguntas testamentarias que debía responder el candidato como sus últimas voluntades, y una vez terminada la ceremonia, el testamento es levantado en la punta de la espada e incinerado en oriente, explicándole al candidato que sus más íntimos pensamientos han sido purificados por el fuego espiritual y sus intenciones han subido al cenit”.
En los Grandes Orientes se
realizan procesos similares o diferentes, en el mío por ejemplo, después de
leer por segunda vez el testamento y en presencia del recipiendario, este es
destruido en su presencia diciéndole que es una demostración de que a partir de
ahora como hombres de bien y de buenas costumbres se creerá en su palabra, pero
en esencia el elaborar y firmar el testamento masónico, es el determinar antes
de dar inicia a la ceremonia de iniciación, de las verdaderas intenciones del
candidato, asi como También de su pensamiento al respecto de Dios, de los
hombres, de sí mismo y finalmente que desearía que se dijera de él, cuando ya
no esté en este mundo.
Acorde al “Manuel del aprendiz”
del autor “Aldo Lavagnini” este estipula que “El testamento iniciático, es muy
diferente al testamento ordinario o profano, es cuanto a que este es una
preparación para la muerte, mientras que el testamento simbólico, es una
preparación para la nueva vida espiritual a la cual va a renacer.”
Nuestro testamento masónico
dispone que el recipiendario responda los siguientes interrogantes: ¿Qué
deberes tiene el hombre para con el Principio Creador del Universo o Dios?,
¿Qué deberes tiene el hombre para con sus semejantes?, ¿Qué deberes tiene el
hombre para consigo mismo? Y ¿Qué memoria quisiera dejar usted de vuestro paso
por la tierra?; y acorde con las respuestas la logia determinara realmente si
el candidato tiene las cualidades y condiciones para que llegar a convertirse
en un buen masón, y en caso de alguna inquietud o inconformidad con lo
expresado, siempre se tiene previsto un tiempo en especial para que el
candidato pueda complementar sus respuestas, si alguna de ellas no es clara.
Ahora bien, la gran diferencia
entre los testamentos profanos y masónicos,
ya que el profano, es el escrito legal por medio del cual un hombre
dispone de todos sus bienes sus bienes terrenales, disposición que puede ser en
vida o después de su fallecimiento, así
como también en algunas ocasiones determina su última voluntad en lo referente
a sus exequias; el testamento masónico realmente contiene las apreciaciones de
como el recipiendario considera que son sus deberes para con Dios, con los
hombres, con el mismo y como quiere ser
recordado cuándo haya trascendido al oriente eterno.
También considero de importancia
que ya avanzada nuestra vida masónica, cada hermano debería hacer el ejercicio
personal masónico, de elaborar nuevamente el testamento masónico, dando
respuestas a las mismas preguntas y qué algún día respondimos en el cuarto de
reflexiones, para que cada uno en nuestro interior, pueda ver y determinar con
claridad que cambios se han producido en nuestro ser, en el trascurso de esos
varios años de nuestro trasegar masónico, estando yo personalmente convencido de que con este nuevo testamento,
cada uno de nosotros comprenderá el bien que ha hecho nuestra orden masónica en
cada uno de mismos y que a pesar de que
aun continuemos teniendo grandes
falencias y defectos humanos, si hemos progresado en nuestro camino en
el mundo fenomenal y nos hemos hecho a mucho orgullo masónico, mejores seres
humanos y mejores hombre de bien, que cuando eremos sencillos aprendices
masones.
Finalmente os digo que además de
los testamentos tratados anteriormente, sería ideal que cada masón también
previera que antes de pasar al oriente eterno, tenga elaborado un testamento
masónico personal, en el cual disponga de todas sus pertenecías masónicas, como
son rituales, libros y demás elementos masónicos, con el propósito de que estas
sean entregadas por la familia a los hermanos muy especiales, a las
bibliotecas o museos masónicos, con el
fin de dar a estas pertenencias una nueva oportunidad de ser utilizadas por
otros hermanos, otras logias o instituciones masónicas.
H.·. Juan Manuel Lesmes Duque 33
PVM.·. Logia Lumen No 14
Serenísima Gran Logia Nacional de Colombia Cartagena
Especial para Escuela Masónica Carlos Aranza Castro
BIBLIOGRAFIA:
Manual del aprendiz – Editorial Kier – Aldo Lavagnini - 2002