Valiéndose por sí mismo y siempre dispuesto a apoyar a los que realmente lo necesiten
Si bien es cierto y nos es
conocido por todos los iniciados, que los hermanos masones por manejar entre
muchos otros postulados y principios masónicos, los de fraternidad, de solidaridad y de filantropía, los cuales
permanentemente tenemos en cuenta para con quienes necesitan realmente el apoyo
o la ayuda de sus hermanos; pero lo anterior, no implica que aquel hermano que
no se encuentre en dificultades o atravesando momentos difíciles y de
desasosiegos, recurra sin sentido alguno a la nobleza de sus hermanos, para que
ellos hagan lo que a él le correspondería hacer por sí mismo.
Si el hermano realmente no se encuentra en dificultades, el prestarle una ayuda que no necesita, no sería desde ningún punto de vista un caso de solidaridad, ni de filantropía como sería el deber ser, ya que cada hermano masón, como verdadero iniciado y hombre de bien y de buenas costumbres, es quien debe velar por el mismo para suplir todas sus necesidades y darse el ritmo de vida que su situación personal le permita, pero no el tratar de que sus otros hermanos o pares, hagan lo que tiene que hacer él por sí mismo.
Desde antes y después de
diligenciar la declaración de principios, como profanos nos quedó perfectamente
claro, que para ingresar a la orden masónica, era indispensable el ser mayor de
edad, ser un hombre libre y de buenas costumbres, ser capaz de comprender las
enseñanzas masónicas y de tener una
posición económica definida, que le permitiese sin ningún tipo de apuro, el
solventar sus necesidades básicas, así como las de su familia sin afectar su
nivel de vida, para poder contribuir con
los aportes económicos que la orden le requiriera, los cuales nunca
serán exagerados ni desmedidos, ya que estos siempre serán contribuciones
necesarias, pero jamás descomunales, ostentosas o arbitrarias.
Es por ello por lo que en la
investigación preliminar que se realiza al profano, es la que permite al taller
el determinar si realmente que quien ha solicitado el ingresar a la orden,
quien además ser solvente económicamente, como también el tener un normal
posicionamiento social en su comunidad, así como también el ser un ser buen ser
humano en todo el sentido de la palabra.
Basado con los expuesto en los
párrafos anteriores, puedo deciros con total certeza que el hermano masón a
nivel universal, nunca deberá el tener ni siquiera el menor pensamiento o la
idea, de que el ideal es que un hermano masón pueda depender de los otros
hermanos, cuando el deber ser es el de que cada uno, como un verdadero masón se
valga por sí mismo, y en cambio el, siempre estará dispuesto a apoyar a quienes
realmente lo necesiten.
Considero además que el hermano masón, no debe
ser dependiente de absolutamente nada ni de nadie, porque el masón verdadero
debe hacer todo por sí mismo, y esta lección de vida del hacer todo por sí
mismo, nos es diáfanamente enseñada en nuestros primeros años de vida en la
infancia, donde nuestra madre siempre nos inculcó, el que siempre deberíamos
hacer las cosas básicas de la vida por nosotros mismos, como por ejemplo el
vestirnos sin necesidad de ayuda, cuando
ya nuestras facultades nos lo permitieran, y así sucesivamente la vida por ella misma nos ha aleccionado y nos seguirá
aleccionando, en el sentido de que todo lo debemos hacer por nosotros mismos, como
en el caso del estudio, aspecto académico, en el cual es imperioso que el estudiante lo haga por sí mismo, ya que es su deber, ya que
nunca, ni el mejor maestro que pudiere existir podría estudiar por su alumno, y
si el alumno no lo hace por sí mismo, los resultados del ciclo académico nunca
podrán serán positivos.
Pasando ya de plano a nuestra vida masónica,
ningún hermano, sin importar la trayectoria que tenga, y ni siquiera el más
destacado en la orden, podría el vivir la masonería por otro hermano, ya que
cada hermano masón es quien por sí mismo
debe efectuar el trabajo en la orden, porque solo el mismo es quien determina
si estudia o no nuestra simbología y filosofía masónica, solo el mismo es quien
decide si asiste o no a los trabajos, solo
el mismo es el que decide si es proactivo o no en la orden, o si
solamente es un masón de nombre y de estadísticas.
Así mismo solamente él es quien por sí mismo,
quien debe solventarse en su vida, ya que nadie más podría hacerlo por él, pero
si el hermano por cosas del destino, entrara en cualquier momento en
dificultades temporales, como ya se dijo al inicio de este trabajo, sus
hermanos siempre estarán para ayudarlo, pero solo temporalmente cuando así lo
ameriten las circunstancias, al igual que en el aconsejarlo para el remediar en
lo posible su situación, pero ningún hermano estará jamás en la obligación de
hacer las cosas por otro hermano o a realizar las tareas que le correspondan a otro, y aún menos el
solventarlo indefinidamente en el tiempo, por lo cual mis queridos hermanos
como conclusión si podremos afirmar el que, “Para un hermano masón no es el ideal, el depender de
sus otros pares”.
PVM.·. Logia Lumen No 14
Serenísima Gran Logia Nacional de Colombia Cartagena
Especial para Escuela Masónica Carlos Aranza Castro