El trabajo virtual en tiempo de restricciones por pandemia mantiene viva la llama de la masonería.
Desde siempre por las reglamentaciones masónicas como por las arraigadas costumbres ancestrales, nuestro trabajo masónico siempre se ha realizado en forma presencial en nuestros templos masónicos, ya que nuestra orden desde sus inicios construyó una ritualidad en la cual es imperante y determinante la presencia física de los hermanos en la logia.
Para la realización, ejecución o desarrollo ortodoxo tanto de nuestras tenidas o trabajos masónicos tanto regulares o de calendario, así como también para las tenidas solemnes tanto de iniciación, como de aumento de salario y de la exaltación al sublime grado de maestro masón, es insustituible e irremplazable la presencia física de los hermanos en el taller, ya que todo el simbolismo y ritual masónico requiere de no solo ocupar los puestos acorde a los cargos en logia, sino que los trabajos también requieren de ciertos movimientos y desplazamientos ritualísticos, para que el trabajo logial pueda realizarse como es el deber de ser, y para que la trasmisión tanto de la energía masónica simbólica, como la irradiada por los conocimientos implícitos y explícitos contenidos en las planchas masónicas que se presentan y de la alquimia general iniciática, puedan desarrollarse y fluir, y que estas puedan ser recibidas realmente por todos los hermanos masones presentes.